Articulos El Bebé Emocional

La época primal del ser humano -gestación, nacimiento y primera infancia- merece todo el respeto y protección puesto que es en esta época donde se escribe el futuro de las personas, que es lo mismo que decir el futuro de las sociedades y de la humanidad.

domingo, noviembre 11, 2007

EL INICIO DEL COLE

Más tarde o más temprano las familias hemos de afrontar la escolarización de nuestros hijos. Hoy en día es habitual, en nuestra sociedad, que se inicie tempranamente en las guarderías, con pocos meses desde el nacimiento. Todo un reto en sus vidas.

En los bebés y niños prevalece la percepción emocional. Plenamente desde la concepción y hasta los dos años de edad. A partir de esa edad se inicia (¡Ojo!, se inicia), la conquista de la percepción racional, que no prevalecerá hasta los doce / catorce años. La percepción emocional, como su nombre indica, es emoción pura, lo que siento aquí y ahora; lo contrario de la percepción racional, que es análisis, lógica, pensamiento racional. Así pues, la forma de percepción de bebés y niños es opuesta a la de los adultos, por lo que para entenderse, una de las dos partes se ha de situar al nivel del otro, y para los bebés y niños es imposible hacerlo. Por lo tanto, o los adultos "nos elevamos" a su plano emocional o aquí no hay quién se entienda y una u otra parte, o ambos (los padres o los niños) saldrán perjudicados.

“El inicio de la guardería o del colegio es una experiencia de una gran carga emocional para nuestros hijos. Comprender y acompañar sus emociones, les permite afrontar sus nuevos retos”

Hay algo que debemos asumir: el inicio de la guardería o del colegio es una experiencia de una gran carga emocional para nuestros hijos (más intensa cuanto más pequeños son). Asumirlo representa la posibilidad de procurar que esa experiencia sea la mejor posible para ellos. Se piensa que esta experiencia, por muy traumática que sea, es una cuestión temporal a la que el niño se acostumbrará sin más consecuencias. Acostumbrarse sí que se acostumbrará (qué remedio le queda), pero dependiendo de cómo la haga, ese proceso puede traer consecuencias a corto y a largo plazo en su desarrollo psicológico. Hoy en día existe la evidencia de que toda experiencia temprana en las épocas críticas de ese desarrollo (gestación, nacimiento y primera infancia) afecta la arquitectura del cerebro. Dejan huellas profundas en nuestra forma de ser y de sentir que moldean nuestro desarrollo psicoemocional posterior y nos afectan el resto de nuestras vidas. Está en nuestras manos conseguir que el inicio de la experiencia escolar para nuestros hijos sea la mejor posible. Para ello es fundamental ponerse en “la piel” de bebés y niños, comprender la manera en que procesan esa experiencia, lo que sienten al enfrentarse a ella.

La prueba de la intensa experiencia emocional que supone para bebés y niños el inicio del “cole”, es la respuesta conductual que muestran ante ella. Muchas madres constatan que sus hijos, desde el inicio de la guardería, lloran más, duermen peor, demandan más lactancia, muestran más apego, etc. O desde que inician el colegio o acceden a un nuevo centro, se muestran más inquietos, más irritables –se enfadan, cogen rabietas o se muestran agresivos-; o por el contrario sumidos en sí mismos, ausentes o poco comunicativos; exigen más atención, etc. Todos estos cambios en su conducta son una expresión del estrés –físico y emocional- que padecen ante este cúmulo de nuevas experiencias (separación del entorno familiar; niños, cuidadores y profesores desconocidos; ambientes nuevos, etc.).

¿Qué podemos hacer madres y padres para ayudar a nuestros hijos en esta experiencia tan importante para ellos? De entrada escoger una guardería o colegio acorde a una crianza y educación respetuosa. Respetuosa con sus necesidades emocionales; con la individualidad de cada bebé o niño; con cada etapa de su desarrollo. Respetuosa con los deseos de madres y padres en esta línea. Para facilitar la adaptación del bebé o niño a la guardería, podemos establecer un ritmo de adaptación, empezando con cortos períodos, con la presencia materna o paterna, e ir alargándolos paulatinamente, según la reacción de nuestro hijo.

“En la elección de la guardería o colegio hemos de considerar su línea educativa, que priorice el desarrollo emocional, que comprenda y respete el “sentir” de cada bebé o niño”.


Una vez han iniciado la guardería o colegio, hemos de estar muy atentos a las conductas que muestran nuestros hijos. Responder a sus cambios conductuales con escucha emocional, con empatía hacia lo que sienten, con sensibilidad, paciencia y mucha afectividad.

La “Escucha Emocional” es la herramienta más útil y efectiva para tratar los conflictos emocionales de bebés y niños. Al bebé y al niño sus emociones le “estallan” en su interior. Aún no saben comprenderlas, controlarlas y gestionarlas. Es indispensable que madres y padres permitamos sus expresiones emocionales, las acompañemos y les mostremos cómo afrontarlas. No podemos ignorarlas, ni negativizarlas (“no hay para tanto”, “ya se te pasará”, “bueno, no te preocupes vamos a jugar”, “te pones insoportable”, “deja de llorar, no te va a servir de nada”, etc.), y mucho menos castigarlos (“vete sólo a tú cuarto hasta que se te pase”, “si no dejas de estar enfadado no iremos al parque”, etc.), y jamás pegarles (ni siquiera bajo la absurda idea de que “una torta de vez en cuando les va bien”).

En el caso de bebés, que aún no hablan, no hay que olvidar nunca, que siempre que lloran es por que tienen una necesidad inmediata. El llanto es su único medio de expresarla. Si tiene hambre, le daremos de comer. Si tiene el pañal sucio, se lo cambiaremos; o si tiene frío o calor lo solucionaremos; si le duele algo o está enfermo le llevaremos al pediatra. De igual manera, el bebé llora para expresar necesidades emocionales que necesitan ser satisfechas. Sus necesidades emocionales son tan importantes como sus necesidades físicas.

“Siempre que un bebé llora, expresa una necesidad –física o emocional- que hay que satisfacer sin dilación”

“Siempre que un niño mantiene conductas, puntual o reiteradamente exageradas, hay una emoción detrás que hay que descubrir, acompañar y enseñarle a gestionar”


Cuando los niños crecen, a partir de los dos años van adquiriendo capacidad de expresión a través del lenguaje, pero aún están muy lejos de poder utilizar las palabras para explicar sus sentimientos. Debemos “leerlos” detrás de sus comportamientos y actitudes. Toda expresión emocional tiene un significado, una intención. Las descargas emocionales son un medio de liberarse de las consecuencias de experiencias dolorosas. Si un niño coge una rabieta, su cólera será el síntoma de alguna emoción que le altera. A lo mejor le angustia ir al “cole”, a lo mejor se ha peleado con otro niño o le han reñido, a lo mejor está muy cansado, a lo mejor hecha de menos a su papá, a lo mejor siente celos de su hermanito, a lo mejor… Para él, nuestras reacciones tienen más significado que nuestras palabras. Escuchar, acoger y otorgar validez a los sentimientos de nuestros hijos significa ayudarles a construirse como personas, como individuos emocionalmente equilibrados. Les otorgamos seguridad y autoestima, sólidos cimientos para afrontar sus nuevas experiencias, desarrollarse en armonía y ser felices.

(Artículo publicado en la revista "EL MUEBLE" - Especial nº 8 NIÑOS)

Enrique Blay, Dpdo. en Psicología del Desarrollo

"ARA- Psicología / Psico-emocional" www.ara-terapia.com

Centro asociado a la Plataforma Pro Derechos del Nacimiento

www.pangea.org/pdn/plataforma.html


11 Comments:

  • At 3:13 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola Enrique, cómo estás, ¿cómo van tus libros?
    Oye, me gustaría tener este artículo en mi web, pero al ser publicado por una revista no sé si se podrá reproducir, ¿qué me dices? También te quería preguntar si tienes algo sobre juegos sexuales entre niños pequeños, si no lo tienes me gustaría que en algún momento, cuando tengas algo de tiempito escribieras algo, disculpame el atrevimiento.
    Te mando un abrazo desde Colombia,
    Eliana de Criar y Amar

     
  • At 7:08 p. m., Blogger EL BEBE EMOCIONAL said…

    Hola Eliana,
    Un placer saber de ti. Yo voy "haciendo" que ya es mucho. Los libros.... cosa de tiempo y paciencia.
    No hay problema en que pongas el artículo en tú web.
    Respecto a los juegos sexuales entre niños pequeños no tengo un artículo escrito pero cuando pueda me pongo en ello. De este tema, para mi, lo importante es que no son juegos "sexuales" como los entendemos los adultos, sino algo natural, juegos de exploración y aprendizaje. El problema surge cuando los adultos no sabemos gestionarlos y los negativizamos o rechazamos. Es un tema interesante porque hay mucho mal entendido.
    Un abrazo y felices fiestas y mis mayores deseos de Paz Profunda para ti y toda tú familia en el próximo año.

     
  • At 11:54 p. m., Blogger koloar said…

    Hola Enrique!
    Soy Lorena, mama de un niño que actualmente tiene 21 meses. Estamos pensando en su esclarización con 2 años y medio en una escuela pestalozzi, el trato es muy respetuoso con los ritmos de los niños, solo tienen clase por la mañana y la adaptación será conmigo con el tiempo que el necesite. ¿Pero como puedo saber si esta preparado? No tenemos problema si la escolarización es un año más tarde, pero veo que tiene necesidad de estar con otros niños. Me puedes dar alguna pauta para saberlo.
    Me gustaría conseguir alguno de tus libros ¿dónde puedo hacerlo?
    Gracias.

     
  • At 4:06 p. m., Blogger EL BEBE EMOCIONAL said…

    Hola Lorena,
    Los niños nos comunican sus emociones claramente a través de su conducta (aún no tienen la capacidad de los adultos para reconocerlas, controlarlas y gestionarlas). Por lo tanto, lo que tienes que hacer es "observar" a tú hijo, pero "leyendo" lo que hay detrás de sus conductas. Si, como dices, observas que tiene ganas de estar con otros niños y tienes la oportunidad de que esté en un ambiente tan apropiado como el que comentas, tú misma comprobarás si se siente alegre y feliz en la escuela. Tampoco hay que pensar que todos los días serán iguales y hay que estar atentos a los días en que demuestre algún tipo de alteración, porque en su día a día seguro que habrá conflictos con otros niños o simplemente estará más "sensible" por alguna razón familiar o escolar o de salud. Se trata de que vaya adquiriendo la seguridad necesaria, tanto en el nuevo ambiente, como en que si algo le altera vosotros estaréis ahí para comprenderlo y acogerlo. Lo importante es que perciba que delante de cualquier circunstancia, ante todo, lo escucharéis, lo cual no quiere decir que siempre haya que atender cualquier demanda por su parte, sino que siempre se le atenderá con diálogo,delicadeza y comprensión. Si quieres consultarme algo más o ampliar este comentario, puedes escribirme a mi e-mail: enriqueblay@gmail.com
    Lo de los libros, pues estoy en ello. Aún no he publicado ninguno. A ver si pronto consigo acabar el primero, ¡cuestión de encontrar tiempo!
    Un abrazo,
    Enrique

     
  • At 7:10 p. m., Blogger Unknown said…

    Hola Enrique, me gustaria hacerte una cansulta. No hemos tenido mas remedio que llevar a nuestra hija a la guarderia y des de entonces (hace dos dias) no quiere saber nada de mi. Yo la tengo todas las mañanas y por las tardes está tres horas en la guarderia, luego la recoge mi marido i se la lleva a casa hasta que yo llego a las nueve. Desde que ha empezado la guarde solo quiere estar con él. No quiere que yo la abrace ni la duerma y yo, como no, lo paso fatal. És esta una conducta normal? Que puedo hacer?

     
  • At 7:35 p. m., Blogger EL BEBE EMOCIONAL said…

    Hola Gemma, primero, para tú tranquilidad, la conducta de tú hija es absolutamente normal. Tal como habrás leído en mi artículo "El inicio del cole", hay que aceptar que para los bebés y niños, con su intensa percepción emocional (ya sabes, lo que siento aquí y ahora, sin poder comprender explicaciones o razones)la vivencia de ir a la guardería puede ser de una carga emocional muy estresante. Lo viven como un "abandono" incomprensible y sus reacciones pueden ser tan intensas como las que muestra tú hija. Claro, ella necesita de tú presencia y al dejarla en la guardería debe de sentir que le haces algo injusto, de ahí que muestre hacia ti un cierto rechazo. Lo que debes entender es que ella muestra un sentimiento doloroso y debes mostrale que el hecho de dejarla en la guardería no significa que no la quieras. Lo conseguirás dedicándole tiempo. Un tiempo de auténtica "presencia" (atención, juego, actitud amorosa y paciente), y no reprochándole su conducta. Ella necesita recuperar la seguridad de tú afecto, sentir que comprendes lo mal que lo pasa al tener que quedarse en la guardería, pero que tú estás ahí para apoyarla y darle todo el cariño que necesita. No sé si duerme con vosotros (tampoco sé la edad que tiene), pero a lo mejor incluso necesita dormir a tú lado. Tú hija necesita tiempo para adaptarse a esta situación y todo lo que hagáis en el sentido de que se sienta amada, acabará consiguiendo que pueda afrontarlo mejor. Tampoco esperes que esto suceda de un día para otro o que aparentemente todo mejore y luego vuelva a mostrar estas conductas. La evolución de un bebé y de un niño no es una línea recta y tiene, como es normal, subidas y bajadas.
    Un abrazo

     
  • At 12:00 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola,me gustaria que me aconsejaras,tengo una bebe de 11 meses; la meti a una guarderia donde le tienen controlado horarios de comida y la hacen comer, ya que por mi trabajo pues no pude estar al pendiente de su alimentacion; ella se queda con un familiar que le da mucho amor pero siento que no la esta alimentando como se debería.
    Compañeras de trabajo tiene a sus bebes en guarderis hablan de que les han ayudado a ser mas sociables e independientes sin embargo siento que a mi bebe le esta afectando mucho, todo el tiempo esta irritable hasta se enfermo, dejo de ir 15 dias, por lo que se va ha empezar el proceso de adaptacion.
    Por favor aconsejame estoy muy preocupada por la salud emocional de mi bebe quiero berla feliz, sociable e independiente; gracias.

     
  • At 12:24 a. m., Blogger anonima said…

    hola,me gustaria que me aconsejaras, tengo una bebe de 11 meses la lleve a la guarderia ya que le llevan un contro de horarios de comida y la hacen comer, a mi bebe la cuidaba un familiar en lo que yo trabajo,le da mucho amor pero no puede estar al pendiente de su alimentacion pero para ella ha sido un cambio muy fuerte hasta se enfermo por lo que dejo de ir 15 dias por lo que vamos a empezar el periodo de adaptacion.
    Companeras de trabajo tienen a sus bebes en guarderias ellas las recomiendan ya que les ayudan a ser ma sociables y independientes.
    Aconsejame estoy muy preocupada por la salud emocional de mi bebe

     
  • At 11:51 p. m., Blogger EL BEBE EMOCIONAL said…

    Hola "anónima",
    Nos guste o no la guardería es para el bebé una experiencia emocional traumática. El que diga que los bebés aprenden así a ser más sociables e independientes es que desconoce por completo la realidad de cómo siente un bebé y de lo que necesita para su desarrollo psicológico sano.
    Si no hay más remedio que llevar a un bebé a la guardería (los padres trabajan y no se tiene la posibilidad de que estén con abuelos o familiares) hay que dar al bebé todo el "alimento afectivo" posible y entender que puede alterar su conducta, dormir y comer peor, demandar apego sin pausa, etc. La gran inseguridad que le produce ir a la guardería debe contrarestarse con mucho amor y dedicación, hacer que recupere su mundo conocido y seguro: el de su entorno familiar amoroso.

     
  • At 9:20 p. m., Blogger paloma said…

    Cuando nació mi hijo mayor yo pensaba llevarle a la guarderia con cuatro meses. El atender a sus necesidades auténticas desde el momento de su nacimiento, el escucharle etc....me fue mostrando el camino y diez años después sigo con él en casa y con sus tres hermanos. Hicimos un intento de escolarización cuando tenía dos años, luego con cuatro y al final buscando, buscando una escuelita respetuosa nos topamos con la maravilla del homeschooling y nos decidimos por continuar la educación en familia que comenzamos el día que nacieron hasta que ellos decidan, algo así como la lactancia materna.
    Es una opción educativa poco frecuente en nuestro país, pero la cantidad de beneficios que se obtienen a todos los niveles es impresionante. Para mi está siendo la experiencia más gratificante que jamás pude imaginar, aunque sea también exigente. Creo que no hemos de olvidar hablar de esta opción, pues muchas veces no nos podemos permitir llevar a nuestros hijos a ciertas escuelas como Waldorf, Montessori etc...y la educación en familia puede ser la alternativa.
    Hay mucha información en internet pero si os interesa leer algo de nuestra experiencia aquí os dejo mi blog sobre homeschooling, crianza con apego, lactancia prolongada...etc...Yo lo veo como una prolongación, desde luego a mi me llevó a ello el escuchar a mi hijo, el hecho de que no era feliz en el cole.
    http://paideiaenfamilia.blogspot.com/

    Un saludo.

     
  • At 9:37 p. m., Blogger EL BEBE EMOCIONAL said…

    Gracias Paloma por tú aportación. Tienes toda la razón al introducir la posibilidad de la educación en casa. Es una opción no exenta de incomprensión y dificultades, pero sin lugar a dudas muy nutriente para los niños. Los padres que se deciden por ello y tienen la posibilidad de aplicarlo, merecerían todo el apoyo social.

     

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